sábado, 24 de septiembre de 2022

Memorias de mi familia paterna: Tangancícuaro y su alrededores

La familia de mi padre es originaria de Moroleón Guanajuato, donde los apellidos García y Zavala parecen ser muy comunes, también común es la actividad textil que en esa población se ha desarrollado a lo largo de los años, toda la familia de mi padre se dedicaba a la elaboración de rebozos muy usados hasta la primera parte del siglo XX por las mujeres.


Y sucedió que en la época anteriormente mencionada la familia se traslado de Moroleón hacia Michoacán a causa de pleitos familiares, de esos que acaban familias enteras; asentándose en Tangancícuaro de Arista y dedicándose a la misma artesanía.

La organización familiar estaba muy centralizada de forma patriarcal en mi bisabuelo quien en su juventud al parecer había sido un tipo de capataz en hacienda, de carácter fuerte y dominante. Yo creo que el ambiente en donde te desarrollas y con quienes convives te forma; se cuenta que mi bisabuelo en tiempos de una epidemia durante su vida en la hacienda, fue el encargado de revisar las casas de los enfermos y si estos no salían durante varios días se daba por entendido que ya habían fallecido, ingresaba junto a otros a las casa y se dedicaba a inhumar los cuerpos, lo curioso es que nunca se enfermo.

Mi bisabuelo era un hombre de campo también (como la mayoría en esas época creo yo); ya una vez establecido en Tangancicuaro, se dedicó a sembrar milpa en tierras ejidales prestadas en el cerro de la beata (con la condición de dejar el rastrojo para alimento de ganado). Él era algo así como un pequeño hacendado y la familia sus peones, el maíz que se producía en la Beata el lo administraba y lo distribuía según medidas (almúd) por hijo (y familia), cosa que duro hasta que se hizo bastante mayor para seguir ostentando su puesto.

Algo que heredo mi abuelo de su padre fue la costumbre de sembrar su milpa cada año, ya fuera cuando era joven aun en las tierras ejidales del cerro de la Beata o bien ya en edad mayor en el traspatio. Mi padre y sus hermanos lo acompañaron a la siembra en el cerro cuando eran niños, recuerdan bien las chozas de fabricación rustica y espontanea que se hacían para pasar la noche yen especial una ocasión en que mis tíos vieron a lo que llamaban brujas en el cielo (bolas de fuego, mi padre siempre dijo que eran cohetes y que se entendía por las fechas: noviembre-diciembre), cosa que los espanto tanto que un ayudante pidió que pasaron la noche todos juntos en la choza, cosa que no paso al ser esta tan pequeña.

Mi padre solo recuerda las fechas en que subían a sembrar al cerro solo mi abuelo y él sobre todo las veces que se quedaba solo, pues su padre iba a recolectar agua a algún manantial no tan cercano, según él “era de terror quedarse solo ” pues contaba con unos 8 o 10 años. El maíz cosechado era llevado a su casa en burros rentados a un arriero.

Mi padre en el tiempo que fue el menor de tres hermanos (luego de unos años se le uniría otro hermano más), se crió entre Moroleón y Tangancícuaro, en Moroleón con su familia materna había menos precariedad económica que en Tangancícuaro. Cuando vivió en Moroleón recuerda las manadas de chivas que tenia su abuelo materno, ahí nunca faltaba la leche, aunque a causa de tanto animal mi padre siempre estaba lleno de piquetes de mosquito.




En Tangancicuaro paso la mayor parte de su niñez y juventud, recuerda que en aquella época para ver el programa de Tarzan por televisión pagaban 5 centavos, que el río Duero no llevaba drenaje y era posible pescar peces de buen tamaño y ademas nadar en su agua limpia. También recuerda que se ganaba unos centavos cargando ladrillos o vendiendo cebolla pepenada, el comer galletas saladas con salsa “el torito” y el día de la semana en que la familia se develaba trabajando en los telares para completar pedidos de rebozos.

Tangancicuaro es conocido por tener varios manantiales de agua cristalina, tanto así que se dice que su nombre se interpreta como“lugar de tres ojos de agua”, aunque también como “donde se clavan estacas en el suelo” (refiriéndose tal vez a la construcción de un tipo de chinampas), siendo que las dos interpretaciones serian gracias al medio lacustre que existía hace mucho tiempo y del cual quedan los manantiales.




Los manantiales mas importantes de Tangancícuaro son Junguarán, Cupatziro y el que se halla en el parque nacional Camecuaro (existen más, pero se encuentran ya en propiedades privadas y fuera de la vista como el Taray); en el ultimo es donde mi padre aprendió a nadar mi padre.

En Camecuaro nace tanta agua que se forma un lago de dimensiones considerables, en la parte central de este hay una isla, según mi padre en esta isla se dice que se iba a parar el águila que indicaría la construcción de Tenochtitlán, pero que una mujer la llego a espantar antes de que esta se posara en el nopal. 




En Camecuaro se encuentran muchísimos ahuahuetes de gran antigüedad, ademas de varias posas artificiales y naturales que permiten el baño de los visitantes, fue lugar de varias escenas de la película mexicana "el Cristo de mi cabecera".

Estas son las cosas que me ha contado mi padre, del origen de su familia y algo de su vida en Tangancícuaro..



jueves, 14 de mayo de 2015

Ocumicho, el pueblo de los diablitos



Ocumicho es un pequeño pueblo P'urhepecha de Michoacán famoso por sus diablitos de barro realizados por las manos de gran parte de su pobladores, es un pueblo con probable origen precolombino pues al oriente de la población, en la zona conocida como el malpais, se encuentran vestigios de la zona arqueológica.

Ocumicho palabra de origen P'urhepecha cuya posible interpretación seria “lugar donde abundan los topos o tuzas”, componiéndose de: “uhkomo, Kumu, uhkumu”, topo o tuza; “-cha”, plural; y “-o”, locativo.

En mis primeros viajes era posible ver la tradicional troje con techo de tejamanil, hermosas casas que actualmente es casi imposible encontrar en el centro de la población; la iglesia contaba con una casa parroquial que mostraba en su interior un notable trabajo en madera, tallas de diablitos exquisitamente detallados en los postes y la esencia de esas construcciones bellas de por si, lamentablemente también fui testigo de su destrucción pues de esta estructura nada queda.

Altar mayor de la iglesia de Ocumicho, su adorno con pan me recuerda a los
adornos de la sierra nororiental de Puebla, especialmente en Hueyapan  y Yaonahuac.
Cada año que visitaba Ocumicho, era costumbre mía comprar algunos diablitos, sirenas, animales fantásticos, calaveras, etc. Siempre llegaba junto a mis padre con la misma artesana, ella tenia su troje en donde trabajaba sus piezas, cuyo nombre según un diablito firmado es “Tomasa González”; esta artesana murió ya hace varios años (aunque creo que una hija del mismo nombre sigue realizando esta artesanía).

Mi único diablito-silbato firmado.


Parte de mi colección.

El día 2 de enero de 2009 fue mi ultima visita a Ocumicho, al llegar al pueblito me encontré con un festejo que no había visto antes, tal parece ser a los reyes magos, pero no lo se. Una gran concurrencia de jóvenes con sombrero de charro y adornos navideños a forma de bufanda o collar; otros jóvenes vestidos de diablos o demonios ya con masacras de tradición estadounidense; y las jóvenes vestidas también a la usanza local, con sombreros adornados con flores artificiales y una pañoleta con motivos religiosos cubriendo su espalda.

El atuendo de los hombres.

El atuendo de las mujeres.
Las actividades de esta festividad que más o menos recuerdo son las siguientes: los jóvenes pasa de casa en casa recogiendo a las muchachas, la música de banda suena y los diablitos bailan zapateado, las señoras mayores que cargan el “chunde” o canasto reparten fruta a los asistentes.



Sin duda este pueblo tiene mucho que ofrecer, espero poder visitarlo otra vez.



  • Sandoval Forero, Eduardo; Topete Lara, Hilario; y Korsbaek, Leif. "Cargos, fiestas y comunidades". UAEMEX, 2002. 328 paginas.






    sábado, 2 de mayo de 2015

    Como entrar a archivos no disponibles para México en Hathitrust





    Para consultar fuentes antiguas en Internet hay paginas muy útiles, como: Internet Archive, Google books, Project Gutenberg Hathitrust.or, etc. Algunas de estas paginas tienen visibilidad limitada para nuestro país.





    Una de las mejores es hathitrust.org pues contiene numerosos libros, revistas y publicaciones que no son fáciles de conseguir en ninguna otra parte, pero con las limitaciones que ya comente. En esta ocasión les mostrare la forma más fácil de poder acceder a algunas publicaciones marcadas con Limited (search only), para lo cual instalaremos el plug in “hola Internet archive” en Google Chrome.

    Pasos:

    • En la pestaña “personaliza y controla Google Chrome” en el extremo derecho escoge la opción “herramientas” y en ella la subopción “extensiones”. 

    • En la pagina que abrirá selecciona “obtener más extensiones” y te abrirá la “Chrome web store”.

    • En la “mechero web store” en el buscador pon “hola” y teclea “enter”.

    • Entre las opciones que saldrán selecciona “hola un Internet mejor” y dale clic en el icono azul “gratis”.

    • En la ventana que saldrá darás clic en “añadir” y esperaras a que se instale en Google Chorme (probablemente te vuelva a pedir que lo instales, no te preocupes es seguro).

    • Listo ya lo tienes instalado, en la parte superior derecha aparecerá una llama con ojos y cara, este es el símbolo del plug in.

    • Para ocuparlo buscaras la pagina que limita tus búsquedas y ya estando en ella, darás clic sobre el icono de la cara, se abrirá una pestaña con varias opciones con formas de banderas (yo escojo la de estados unidos) y darás clic en la que desees.
    Seleccionamos la bandera de EUA.

    Aquí el plug in esta generando nuestra solicitud. 

    Buscamos el libro que vamos a consultar.


    Aquí ya podemos ver ya la totalidad de este material. 

    Podemos buscar dentro del libro algún tema.

    Para dirigirnos a esa pagina.

    • Listo ya puedes consultar los títulos como si estuvieras en EUA.











    lunes, 6 de octubre de 2014

    Una noche loca o asaltado por quien no debería


    En la actualidad es difícil encontrar a alguien que no haya sido alcanzado por la delincuencia, muchísimos han sido víctimas en el mejor de los casos de robos o asaltos; yo no soy la excepción, por lo que en esta ocasión les contare mi experiencia, que al recordarla siempre me causa algo de risa, pero no deja de ser aterradora. 

    Hace algunos años durante mis estudios universitarios en Puebla, era común agarrar la jarra (embriagarse con cerveza) muy seguido; debo confesar que por esos años beber se me había convertido en un vicio y muy frecuente, tanto que mis amigos y yo aplicábamos el “hoy es juebebes, mañana bebiernes, pasado sabadrink y después pomingo”. Y fue que en una de esas, celebrando el cumpleaños de un compañero (lo llamare Caín) en el famoso antro “el baño” de Analco, este quedo totalmente ebrio, tanto que ya siendo noche lo tuvimos que llevar a su casa en una unidad habitacional (una de las Galaxias) en uno de los extremos de la ciudad, la cosa era llevarlo de a Cristo, osea yo y un amigo (el Rastas) a los lados y el en medio.



    Tomamos la ruta “Galgos del sur”, Caín estaba tan noqueado por el alcohol que en los brincos provocados por los baches golpeaba su rostro con el respaldo del asiento de enfrente y ni siquiera reaccionaba; el camino a su casa era largo, tanto que cuando llegamos a nuestra parada, el único briago era Caín. Bajamos del camión con algo de dificultad por cargar a Caín, de allí caminamos solo dos cuadras cuando en la esquina próxima pudimos ver una camioneta de la policía municipal de Puebla (o que mala espina me dio), se detuvo y bajaron como 8 policías entre mujeres y hombres; se dirigieron hacia nosotros y nos indicaron que nos detuviéramos, quedando nosotros muy desconcertados.



    Increíble es ver lo que puede hacer el organismo durante una momento así, Caín en un dos por tres volvió en sí (vaya estaba más despierto que nosotros); de pronto nos indicaron que abriéramos las piernas y extendiéramos los brazos para registrarnos; entonces cuando nos estaban registrando Caín fue el único que se defendió diciendo ¿por que nos registran?, siendo la respuesta ¿Sabían que andar pedo en la calle es delito? y la contra respuesta "¡andar pedo en la calle no es delito, delito es beber en ella o echar gritos como loco!" y de nuevo la contestación del policía ¡cállate pinche Milhouse o te voy a partir tu madre! (Caín ocupa lentes de fondo de botella, la verdad si parece Milhouse); lo único que le decíamos a Caín era ¡cállate wey, cállate!. 



    Durante el registro nos checaron hasta los genitales (despojando a Caín de una memoria usb) para después subirnos a la camioneta a la voz de “súbanse cabrones” (esos minutos se me hicieron eternos), nos sentamos en los asientos que tienen estas camionetas y al ver esto un policía nos dijo ¡bájense cabrones, no van de paseo!, por lo que nos bajamos al suelo de la batea; pasados unos segundos empezó a sonar el celular del rastas, por lo que un policía nos dijo ¡apaga esa madre, no quiero oírla sonar de nuevo!; en eso avanzamos yo creo unos 50 o 60 metros y el policía que estaba sentado frente a nosotros toco tres veces la puerta de la batea, entonces se detuvo la camioneta y el nos dijo  ¿cuanto traen cabrones?, respondiendo nosotros ¡yo 100, yo 40, y yo 200!, a lo cual nos contesto “¡no mamen cabrones, eso es una mierda, haber búsquense!”, pero no teníamos más; entonces nos dijo ¡a ver denme eso, bájense y caminen de frente y no volteen! (así no veríamos la placa de la camioneta).



    Creería uno que eso seria todo, pero no, casi llegando a la casa de Caín vi como su pies eran alcanzados por una roca y la queja de este, al voltearnos para ver el origen de esta, nuestra sorpresa fue grande al ver a lo lejos una sombra de una persona comportándose como un simio, gritando ¡huuuuu! con las manos en alto y amenazando con arrojarnos más rocas, escena dantesca y si, muy aterradora. Después del asalto del que fuimos víctimas, la reacción de el Rastas y mía fue correr, mientras que Caín mentaba madres a diestra y siniestra, pero al darse cuenta de nuestra huida, también se echo a correr tras nosotros.




    Corrí tan rápido que no fui consiente de ello, yo creo a causa de la adrenalina; llegue primero a la puerta de la casa, tras de mi el Rastas y al ultimo Caín, fue una de las peores noches de mi vida. Lo que mas me impresiona fue el ser asaltado por policías, que tuvieran ya organizada su estrategia para hacerlo (recuerda como un policía toco la puerta de la camioneta y esta se detuvo) y todo esto en vez de ser auxiliados por ellos, escasos minutos después.

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    sábado, 28 de junio de 2014

    Cuento: no le digas que la quieres

    Excelente cuento, te lo recomiendo solo léelo.

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    lunes, 5 de mayo de 2014

    El Huaxmole

    El guaje es un alimento que desde épocas prehispánicas ha estado ligado a México, tanto que perdura en nombres de lugares como “Oaxaca”, deformación del náhuatl Huaxyacac, que se interpreta como “en la punta donde hay huajes”, que bien podría ser “en el cerro de los guajes”. Componiéndose de las palabras nahuas: “huaxin”, guaje; “yacac”, en la punta, pico o extremo, y esta misma se forma de “yacatl”, nariz y “co-c”, locativo.

    Guaje morado, lo compre en Libres Puebla, a Tlatlauquitepec no llega, ni se da.


    El glifo de Oaxaca lo podemos encontrar en la matrícula de tributos y en el Codice Mendoza: podemos ver una cara y de la punta de esta, “la nariz”, vemos que sale un árbol, “el árbol de guaje”, con algunas vainas al final de sus ramas; a este podemos anexar el el cerro o "tepec", siendo "Huaxyacactepec", e interpretándose como "el poblado de la punta o pico de guajes".


    Glifo de Huaxyacac en el códice Mendoza.

    Huaxyacac según Peñafiel.

    En el estado de Michoacán el guaje es conocido con la palabra purépecha “arumba” (así la llama mi padre, originario de este estado).

    El sabor de la semilla es un poco fuerte y metálico, cambiando si se le cocina; los colores de la vaina van del verde, al morado, pasando por el rojo.

    Algunos otros nombres que llevan al guaje incorporado son: “Huaxtitla” (lugar de guajes), “Huaxocan “(lugar de árboles de guaje), “Oaxtepec” (cerro o lugar de guajes), etc.       
     
    Pero, ¿qué es el guaje?: son varias arbustos leguminosos del genero Leucaena, perennes, de alto contenido nutricional, especialmente como fuente de proteínas y que puede ser utilizada mediante el pastoreo directo o corte, para consumo animal. Árbol o arbusto caducifolio o perennifolio, de 3 a 6 m (hasta 12 m) de altura. Cabezuelas con 100 a 180 flores blancas, de 1.2 a 2.5 cm de diámetro; flor de 4.1 a 5.3 mm de largo. Vainas oblongas, estipitadas, en capítulos florales de 30 o más vainas, de 11 a 25 cm de largo por1.2 a 2.3 cm de ancho, verdes cuando tiernas y cafés cuando maduras.


    Árbol de guaje, fotografía de wikipedia.

    Por ser una planta de origen tropical, crece bien desde el nivel del mar hasta los 1,500 m de altitud y prospera en temperaturas altas, siendo las óptimas entre 25 y 35° C. Se desarrolla mejor en completa exposición a la luz solar, es tolerante a la sombra, sin embargo su crecimiento es lento.

    Algunos ejemplos de este tipo de plantas son: “Leucaena esculenta” o “huaxin chichiltic”, y “Leucaena leucocephalea” o “guaje blanco”.

    El guiso:


    El Huaxmole es un guiso tradicional del área de la mixteca poblana, Morelos y Oaxaca, su nombre se puede interpretar como “guisado de guajes” o “moles de guaje”, y proviene de las palabras nahuas “huaxin” y “molli” (mole o guisado).

    La receta que seguí la saque de un ejemplar viejo ya de la revista “México Desconocido” y es originaria de la población de Zacualpan de Amilpas; la diferencia entre esta y otras de puebla es el uso de carne de cerdo en vez de la de chivo.

    Ingredientes:


    • 750gr de costilla y maciza de cerdo.
    • ½ cebolla.
    • Sal al gusto.
    • 400gr de jitomates sin pelar.
    • 4 dientes de ajo.
    • 1/3 de cebolla.
    • 2 cucharadas de manteca de cerdo.
    • 1 ½ tazas de pepita de guaje.




    • Chiles serranos al gusto.
    • 6 ramas de cilantro.

    Preparación:


    • Se pone a cocer la carne con la cebolla y sal al gusto. Cuando este a medio cocer (aproximadamente 20 minutos) se quita la carne y se cuela.
    • Se muelen los jitomates con la cebolla y el ajo.
    • Se calienta la manteca en una cazuela y se fríe la carne ligeramente.


    • Se vierte en la cazuela de la carne la salsa de jitomate y se fríe por 10 o 15 minutos para que se sazone bien.


    • Se pone una taza de caldo en el vaso de la licuadora y se muelen bien los chiles. Se añaden poco a poco las pepitas y se muelen hasta que se obtiene una salsa con textura.
    • Se añade a la carne con una taza del caldo, el cilantro y la sal necesaria y se cuece a fuego lento moviendo la salsa de vez en cuando para que no se pegue, por aproximadamente una hora.





    Sirve y disfrute.




    Datos:

    • Wikipedia.
    • Articulo "Recetas rescatadas 5", guajes; de Diana Southwood Kennedy, en la Revista México desconocido.
    • Códice Mendoza.
    • Descripción del guaje.
    • Nomenclatura geográfica de México, etimologías de los nombres de lugar correspondientes a los principales idiomas que se hablan en la República, de Antonio Peñafiel.

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